Queda
prohibido llorar sin aprender,
levantarte
un día sin saber qué hacer,
tener miedo
a tus recuerdos.
Queda
prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar
por lo que quieres,
abandonarlo
todo por miedo,
no convertir
en realidad tus sueños.
Queda prohibido
no demostrar tu amor,
hacer que
alguien pague tus deudas y mal humor.
Queda
prohibido dejar a tus amigos,
no intentar
comprender lo que vivieron juntos,
llamarles
solo cuando los necesitas.
Queda
prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante
las personas que no te importan,
hacerte el
gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a
toda la gente que te quiere.
Queda
prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo
a la vida y a sus compromisos,
no vivir
cada día como si fuera un último suspiro.
Queda
prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus
ojos, su risa, todo,
porque sus
caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su
pasado y pagarlo con su presente.
Queda
prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que
sus vidas valen más que la tuya,
no saber que
cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda
prohibido no crear tu historia,
dejar de dar
las gracias por tu vida,
no tener un
momento para la gente que te necesita,
no
comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda
prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu
vida con una actitud positiva,
no pensar en
que podemos ser mejores,
no sentir
que sin ti este mundo no sería igual.